martes, 19 de marzo de 2013

BODEGAS RECUERO (Villanueva de Alcardete, Marca de Calidad Diferenciada "CUEVA")



     Hoy hemos realizado la cata de vinos espumosos que nos han ofrecido las Bodegas Recuero de Villanueva de Alcardete (bodegasrecuero.blogspot.com.es) en la que nos han descubierto tres de sus vinos, Agradecer la atención y explicaciones del director técnico y dueño de la bodega Jesús Maria Recuero y del asesor de marketing Agustín García.


     Hemos empezado la cata con una ligera explicación de su filosofía creando vinos, a mi parecer muy atrevida y singular, ya que utilizando la tradición de la elaboración como buque insignia utiliza uvas no tan comunes para la creación de caldos destinados para la segunda fermentación por el método tradicional champenoise ( más adelante en este mismo blog veremos una explicación de como se elaboran estos vinos con su método detallado en sus distintas etapas)


     Comenzamos la cata propiamente dicha con "Terra Gigüela" un espumoso blanc de blancs brut nature.
 
     Nos encontramos ante un vino creado a partir de una mezcla a partes iguales de caldos de uvas Airén y Macabeo fermentados en depósito de hormigón y posteriormente pasando 12 meses en crianza sobre lias.
 
     En la fase visual nos encontramos con un vino de una coloración amarillo oro con alguna que otra nota verde aunque difícil de apreciar, con una burbuja pequeña que asciende de forma regular formando un rosario continuo para crear una corona de burbujas en las paredes de la copa de buena calidad.

     En la fase olfativa, este vino demuestra que es el más sencillo  de los tres que hemos catado pero no por ello menos apreciado, nos ofrece aromas a cítricos, manzana ácida y dando algún toque de frutos secos tostados, agitando un poco la copa descubrimos aromas de fermentación recordando la mantequilla.
 
     En boca es un vino equilibrado en acidez y dulzor dejando un grato recuerdo favorecido por el carbónico que realza los aromas apreciados en la fase olfativa anteriormente citados añadiendo algún toque floral.

     En definitiva un vino sencillo de calidad y a un precio bueno para disfrutarlo

     Siguiendo el curso de la cata nos encontramos seguidamente con "Sigilo Cardumen" otro blanc de blancs, esta vez brut, realizado esta vez en un 90% de Airén y un 10% de Pardillo y con una producción de solo 1000 botellas. La edad del viñedo de este vino que nos ha sorprendido muy gratamente es de 97 años, recordandonos así que las vides cuidadas con cariño durante bastantes años ofrecen grandes mostos, la elaboración sigue siendo en su primera fermentación en cubas de hormigón aunque con parte del mosto fermentado en barrica de roble y con la adicción de un vino generoso antes de empezar con el método champenoise.
   
     En fase visual es un vino que ya no sorprende por su color dorado intenso, una burbuja muy fina devido a sus 48 meses de crianza sobre lias y una corona de hasta 3 filas de burbujas en las paredes de la copa.

    Es en la fase olfativa cuando el vino nos sorprende totalmente mostrando una variedad muy extensa de aromas que van desde los frutos secos pasando por tostados y toques frutales siendo estas frutas algo mas maduras que las de "Terra Gigüela" los arómas de fermentación esta vez son de levaduras de pan, sin ser este aroma para nada sobresaliente y redondeando esta fase de la cata.

     En boca es un vino que se puede llamar redondo, muy bien equilibrado en acidez y dulzor, curioso al ser un brut, ya que no se nota un tono dulce en demasía y con una cantidad justa de carbónico que ayuda a que los aromas retronasales sean muy potenciados y agradables.


     El resultado es uno de los mejores vinos que hasta ahora he tenido la suerte de catar, muy recomendado y que no esta a un precio nada excesivo 9,75€ en venta al público, una pena que solo se creen mil botellas de este gran vino.

     Para terminar nos descubren a "Sigilo Desañé" un rosé brut nature, este rosado espumoso es presentado con grapa sujetando el corcho en vez de con bozal como suele ser habitual, un vino creado con uvas de la variedad Moravia en un 60% y en Garnacha el 40% restante con una crianza sobre lias de 36 meses.

     Al igual que sus compañeros de viaje "Sigilo Desañé" llama la atención en su fase visual que no es el típico color del vino rosado español, pareciendose más a los vinos franceses por su intensidad, dando un color anaranjado con  algún que toque teja o color piel de cebolla.

     En nariz nos recuerda a toques de pastelería y a fresas con nata a lo largo de todo el tiempo de cata.

     En boca es un vino estable con algún toque amargo, seco y fresco, agradable a la boca siendo aterciopelado.

     Un vino agradable y que no es de los que dejan indiferente a quien lo cata.









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