miércoles, 13 de marzo de 2013

El inicio del principio "La Vid" Parte 1ª

      Como todo tiene su principio el vino no va a ser distinto. A diferencia de los que muchos piensan este caldo que se obtiene de la baya de la vid, la uva, empieza a crearse desde las raíces de la planta. El terreno donde este cultivada esta hermosa planta dará unos toques característicos a su fruto, llegando a ser importante hasta el punto que una misma planta cultivada con una separación de unos cuantos kilómetros darán distinto carácter a la uva, a sus aromas y a sus levaduras.

     La vid (Vitis Vinífera) es originaria de Asia Menor y del Caucaso, y desde allí extendida al resto del mundo por acción humana para la creación de vinos. El género al que pertenece nuestra planta es el llamado Vitis, el cual comprende aproximadamente 65 especies de arbustos o parras caducifolios, reptantes o trepadores, de la familia de las vitáceas.

     El tronco de la vid es cilíndrico y en la cepa se distinguen unas ramas o brazos de los que brotan los sarmientos, estos son los tallos nudosos donde nacen las hojas y los frutos nuevos del año en curso, a medida de que los sarmientos van creciendo estos se lignifican (es lo que llamamos fase de envero), adquiriendo un tono marrón con una corteza que se deshace en tiras y de aspecto leñoso, en algunas especies pueden alcanzar los 30 cm. de largo.

     Del sarmiento se distinguen los llamados pulgares, que son la parte de la rama situada en la parte inferior, desde el ciego hasta la mitad del segundo entrenudo. El ciego es la yema del sarmiento del año anterior.

     Las raíces son penetrantes y profundas, aunque pueden variar según la especie, sus hojas, también llamadas pámpanos, son alternas y con forma de corazón divididas en 3-7 lóbulos dependiendo de la especie, las cuales antes de caer en otoño cogen una hermosa coloración amarillenta o rojiza, junto a las hojas o en lugar de ellas crecen los zarcillos, pequeñas ramitas que se enrollan y permiten a la planta expandirse trepando por el suelo o por algún apoyo si lo tuviera.
    
 La inflorescencia es un racimo en el que se disponen flores, los racimos pueden ser de varias formas, cónicos, cilíndricos y ovoides. La floración es en primavera y cada flor contiene 5 pétalos, estas son pocos vistosas y presentan una coloración verde-amarillenta, de las cuales con el tiempo salen los frutos que se disponen sobre el racimo (escobajo o rastrón) con el tamaño de un guisante para luego obtener durante la maduración el tamaño de uva, puediendo ser de distintas formas, elipsoidales, alargados, esféricos y ovoides.

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